viernes, 16 de septiembre de 2016

Cerrar los ojos



En Blanes, un invierno de sueños blancos y felices juegos.


Cerrar los ojos y volver a la mirada luminosa y atónita de los días de sol, a los geranios y las canciones en el patio, a las risas de hierbabuena y membrillos en los armarios.

Cerrar los ojos para abrir las mañanas de aventura, de hormigas y caracoles, de vestir y desvestir muñecos alimentados con pétalos de margaritas.

Cerrar los ojos para jugar en calles encharcadas sin asfalto, engalanadas de truques y rayuelas. Elíseos infantiles de bajo coste, rincones azotados por las deshilachadas combas de saltos infinitos, laberintos de carreras, de sonrisas cómplices y tropezones.